Páginas

viernes, 16 de septiembre de 2011

Violencia en el noviazgo, amor con golpes

Nalleli Patricia Falcón Álvarez

“No sé bien en que momento las cosas dejaron de ser agradables, en qué momento deje de sentirme bien conmigo misma y con la relación, en qué momento deje de ser feliz, o tal vez si sé en qué momento pero lo ignoré porque pensaba que era normal y qué en algún momento pasaría”, relata Susana, mientras hace una pausa, internándose, tal vez, de nuevo en sus recuerdos.
“Había ocasiones en las que me hacía sentir tan culpable, tan poca cosa, tan tonta (…) debo decirte que nunca me pegó, todo fue de acá y de acá, -dice al mismo tiempo que se toca el pecho del lado derecho y después la parte superior izquierda de su cabeza- (...) llegó un momento en el que todo lo que hacía o decía, estaba condicionado por la reacción que él tendría, y es que fueron casi tres años de novios, que me resistía a perderlo… ”.
Martha Lucia Flores Ochoa psicóloga y terapeuta en el Centro de Apoyo a la Mujer (CAM), señala que situaciones como la anteriormente descrita, son muy frecuentes entre las adolescente y jóvenes, y para las cuales existe un nombre: violencia en el noviazgo.
“La violencia en el noviazgo, nosotros la manejamos igual como manejaríamos la violencia doméstica que se da en mujeres adultas, sabemos que tiene un cargo emocional extra porque es el noviazgo la etapa bonita para encontrar una pareja, esa etapa del enamoramiento en la que encuentras a alguien con quien quieres compartir el resto de tu vida”, agregó Flores Ochoa.
Indicó que todo parte de la cultura de la violencia en donde, dijo, existe esa desigualdad e inequidad en las relaciones; en la que se considera al hombre como el que tiene el poder. Así que muchas veces los jóvenes agresores y agredidos vienen del seno de esta cultura violenta.
“En la que las hijas pueden ver que la mamá no tiene poder de opinión, ella no sabe resolver los conflictos en la familia, sólo hay gritos, humillaciones, golpes; entonces esta mujer va aprendiendo que esa es la forma correcta o normal de amar. Igual el jovencito que ve que en su casa a papá tratar a mamá de esa manera, entonces lo ve como algo común, que él puede también tener una relaciona así”, añadió.

SIGNOS A IDENTIFICAR
Flores Ochoa detalló que las situaciones más frecuentes que se presentan en una relación de noviazgo que vive violencia son, “sobretodo el control, por ejemplo las llamadas al celular: quién te llamó, esos mensajitos de quién son, le llaman a cada rato (dónde estás, que estás haciendo, por qué no me contestaste al minuto que yo te mande el mensaje); control en el vestir (no me gusta que te pongas esas faldas o vestido, porque luego te voltean a ver, y yo te quiero mucho por eso te digo eso); control de las amistades (no salgas con ellas porque son mala influencia, te vas con ellas y te olvidas de mí)”.
Abundó que el agresor suele alejar a la joven de sus círculos sociales, ocupando el tiempo disponible de ellas, lo que los hace sentirse como lo más importante. Pero reiteró que, el tener una relación de pareja no significa que tenga que renunciar a todo, “sino que tienes que hacer un espacio para esta nueva persona que entra en tu vida, pero también el espacio para todo lo demás (para tus relaciones de amistad, tu tiempo libre, a ti misma, la escuela, la familia)”.
La psicóloga y terapeuta insistió en que al igual que en la violencia conyugal, en el noviazgo, una joven puede encontrarse atrapada en el ciclo de la violencia, el cual se compone por el aumento de tensión en el que se presentan discusiones, silencios, chantajes, insultos; la explosión en esta etapa se presentan los gritos, insultos, golpes, humillaciones por el novio, incluso se llega a forzar a la novia a tener relaciones sexuales.
Posteriormente viene la etapa de la reconciliación donde se presenta el arrepentimiento del novio, hay muestras de amabilidad y amor, le hace regalos, en esta última etapa la joven se engancha nuevamente en la relación. Se siente necesitada, valorada y asume que ella es responsable de la violencia y cree que él cambiará.
Flores Ochoa explicó que la violencia sexual es muy frecuente, en donde se presiona a la jovencita a tener relaciones sexuales, y para muchas de ellas resulta ser su primera vez, “muchas acceden a las presiones de la pareja, bajo el argumento de ‘es para que me demuestres tu amor’, ‘si no lo haces, no me quieres’, ‘voy a buscarme a alguien más porque tú no quieres’, no te va a pasar nada, me voy a casar contigo’, ‘yo te amo, vas a ser tú la única para toda la vida’…”
En ese sentido mencionó que otro punto es que cuando hay jóvenes que han tenido varias parejas sexuales, “muchas veces hasta ellas mismas se desvalorizan, los muchachos creen que como ha tenido muchas parejas, les sirve para hacer lo que quieren, y tampoco va por ese lado, deben saber respetar a las chavas, independientemente de que hayan tenido una o varias parejas”, agregó.

VIOLENCIA Y SUS TIPOS
La violencia se define como un acto intencional, que puede ser único o recurrente y cíclico, dirigido a dominar, controlar, agredir o lastimar a otra persona. Casi siempre es ejercida por las personas de mayor jerarquía, las que tienen el poder en una relación: padre y/o madre sobre los hijos y las hijas, los y las jefas sobre los y las empleadas, los hombres sobre las mujeres, los hombres sobre otros hombres y las mujeres sobre otras mujeres.
Cuando hay insultos, gritos, palabras hirientes u ofensivas, amenazas, descalificaciones, humillaciones, piropos que causen la molestia, etcétera, estamos ante la existencia de violencia verbal.
Por otra parte cuando ciertas actitudes dañan la estabilidad emocional, afectando la personalidad, la violencia se cataloga como psicológica. Aquí se destacan las prohibiciones, coacciones, amenazas, condicionamientos, intimidaciones, acciones de abandono, que provocan gran ansiedad y angustia, siendo irreparables.
También existe la violencia económica, esta es una de las formas más sutiles de violencia, que consiste en el castigo a través del control del dinero o de los bienes materiales.
La violencia física se hace presente cuando hay actos de agresión intencional en los que se utiliza cualquier parte del cuerpo, algún objeto, arma o sustancia, con la finalidad de sujetar, inmovilizar o causar daño a la integridad física de otra persona, generalmente más débil. Incluye empujones, bofetadas, puñetazos, puntapiés, etcétera.
La violencia sexual se define como aquellas conductas que dañan la intimidad de la persona, no importando se edad ni sexo. Se realiza contra cualquier persona sin su consentimiento, quebrantando la libertad y dañando su desarrollo psicosexual, generando inseguridad, sometimiento y frustración, y pueden ser: prácticas sexuales no deseadas o que generen dolor, exhibición de genitales sin consentimiento del espectador, roces eróticos son el consentimiento de la persona.
Todo acto violento donde se discrimina a una persona por su sexo, se ejercen amenazas, privaciones arbitrarias de la libertad (ya sea que ocurran en la vida pública o en la privada), que tengan como consecuencia un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer o hombre por el sólo hecho de serlo, se le denomina violencia de género.
La violencia familiar es todo acto abusivo de poder u omisión intencional que tiene el propósito de causar daño, dirigido a dominar, someter, controlar o agredir de manera verbal, física, psicológica, sexual, económica da cualquier miembro de la familia, dentro o fuera del domicilio familiar.

CIFRAS EN EL PAÍS
En los últimos tres meses de 2007 el Instituto Mexicano de la Juventud realizó la Encuesta Nacional de Violencia en las Relaciones de Noviazgo 2007, con la ayuda del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
En ella se entrevistó a más de 7 millones 100 mil jóvenes solteros de entre 15 y 24 años que habían tenido relaciones de noviazgo en ese año. Como resultado se obtuvo que el 15 por ciento de los jóvenes entrevistados (poco más de un millón) han experimentado algún incidente de violencia física en sus relaciones de noviazgo. Asimismo 76 por ciento han sido víctimas de violencia psicológica.
Cabe mencionar que del total de los entrevistados que han sido víctimas de violencia sexual, dos terceras partes son mujeres.
En cuanto a antecedentes de violencia intrafamiliar, lo que podría explicar la idea de que la violencia es un ejercicio natural para resolver conflictos, 21.3 por ciento de los jóvenes declaró que en su casa había insultos. Cerca del 10 por ciento señaló que en sus hogares hubo presencia de golpes.
Los resultados de la encuesta muestran que existe una relación entre las adicciones al tabaco, alcohol u otro tipo de drogas con las conductas violentas.
La encuesta demuestra que los jóvenes tienen conocimiento sobre los métodos anticonceptivos y las enfermedades de transmisión sexual, pero no usan la información para evitar el contagio de éstas últimas o para prevenir embarazos no deseados.

EN COLIMA
El Centro de Apoyo a la Mujer, Griselda Álvarez A.C., en una muestra de los últimos años con respecto a las mujeres atendidas, afirma que, “el 25 por ciento de las mujeres que han acudido, nos relatan haber vivido violencia en el noviazgo. De este porcentaje el 24 por ciento, dicen haber vivido violencia física, el 71 por ciento violencia psicológica, y el 5 por ciento violencia sexual”. Ante esto lo más preocupante, dijo la psicóloga Martha Lucia Flores Ochoa, es que a pesar de lo que vivieron, las víctimas continuaron su vida al lado del agresor.
Por su parte Martha Licea Escalera, secretaria general del Consejo Estatal para la Prevención y Atención a la Violencia Intrafamiliar (CEPAVI), relató que el 40.6 por ciento de mujeres atendidas, manifestó que el maltrato por parte de su pareja inició desde la etapa del noviazgo; es decir antes de contraer matrimonio o de vivir en unión libre ya eran violentadas de manera cotidiana.
Lo anterior, indicó Licea Escalera, es información derivada de la primera entrevista que se realiza a las víctimas cuando acuden al centro. Es en base a los registros que se tienen desde el año 2000 y a la fecha.
Asimismo detalló que en ese contexto se encontró que el 25 por ciento de las entrevistadas tiene entre 1 y 6 años de vivir con la pareja que las agrede; un 22.8 por ciento ha vivido con la persona que la maltrata entre 7 y 12 años; en tanto quienes tienen entre 13 y 18 años cohabitando con su agresor representan un 16.9 por ciento. El 11.5 por ciento ya tiene de 19 a 24 años viviendo con su pareja. El 8.5 por ciento han convivido con su pareja violenta a lo largo de 25 a 30 años. Y el 5.8 por ciento han estado con su agresor entre 31 y más de 49 años.

ACCIONES PARA COMBATIR
LA VIOLENCIA EN EL NOVIAZGO
Martha Lucia Flores Ochoa resaltó que hay mucho por hacer, todo parte de la prevención, de impartir la información pertinente, pidió que, hay que desechar esos tabúes y dejar de decir – a mi hija eso no le sucede, mi hijo no hace eso, él es un amor. “Las inequidades que existen ir rompiéndolas, saber que valemos lo mismo y que un hombre no tiene por qué violentar a una mujer, ni una mujer violentar a un hombre”.
Lamentó que las personas cercanas a la persona violentada o al agresor, decidan en la mayoría de los casos mantenerse al margen de la situación de la que son testigos, “por ejemplo las amigas, nunca saben que decirle a la amiga que está siendo violentada, no encuentran de qué manera ayudarla porque no hay una cultura de prevención, todavía se cree que la violencia es de las personas casadas, adultas, pero no entre las chavitas”.
Asimismo sostuvo que la actitud de los amigos del hombre agresor, es muy permisiva, “dicen, bueno allá él sabrá, pero nunca le dicen que lo que está haciendo está mal”.
Por otra refirió que fue en el 2008 que se trabajó en las secundarias de Cuauhtémoc, Comala, Villa de Álvarez y Colima, llevándoles platicas en las que se les brindó a los jóvenes información sobre la violencia en el noviazgo y la violencia sexual en el noviazgo. “Tenemos ese programa, actualmente ya no hemos ido a las escuelas, pero sí tenemos información para los profesores, tenemos información para los chavos, tenemos personas capacitadas, así que quien quiera puede acudir a nosotros y aquí los orientaremos”, concluyó.


*Reportaje publicado en Diario de Colima, domingo 11 de septiembre 2011, bajo el título de Muchas mujeres sufren violencia en el noviazgo.

2 comentarios:

  1. Muy buen reportaje, cubre los puntos especificos para identificar este problema que muchas veces vivimos y creemos que es normal.

    Saludos Periodista Patricia Alvarez.

    ResponderEliminar
  2. Anónimo? jajajajaja, pinchi Cora!
    Gracias! te quiero!

    ResponderEliminar