El voleibol de playa requiere muchos esfuerzos, debido a que se juega bajo circunstancias de clima a veces extremos en cuanto a calor, la arena de cada playa es muy diferente, entonces el juego que se desempeña en ellas es diferente cada vez, los jugadores deben de tener una preparación muy buena, para poder resistir y mantenerse en un nivel de juego bueno.
Para María Ramos esto es muy importante por lo cual en su natal Puerto Rico lleva a cabo entrenamientos muy duros, al igual que su compañera Sheila López, “Nosotros en Puerto Rico entrenamos todos los días de lunes a sábado, de 8:30 a 10:30 de la mañana y luego de ahí vamos al gimnasio por una hora más… en mi caso tengo que entrenar muy duro, para no perder habilidad, no perder el brinco, no soy como esas jugadoras naturales que no necesitan entrenar mucho para mantenerse en buen estado.” “Y tenemos el resto de la tarde libre, pero como ambas trabajamos, aprovechamos y nos vamos a trabajar”.
Se necesita de mucho coraje y María lo demuestra en cada uno de los partidos en los que participa, Manzanillo fue testigo de esto, pues en todos los partidos en los que se le vio, corría, brincaba, gritaba, reclamaba, festejaba, se regañaba a sí misma, tal parece que la energía nunca se le acababa, “Soy una jugadora competitiva…soy bien intensa…nos soy una jugadora agresiva… Tal vez así se vea pero fuera de la cancha soy todo lo contrario…amo lo que hago… Soy una mujer que se deja llevar por las estadísticas, siempre veo como estoy y hago todo por mejorar... no me conformo con jugar bien, quiero jugar perfecto”
María comentó ser hija de una voleibolista sumamente reconocida en su país, Carmen Rodríguez, mejor conocida como Ita. “Mi mamá jugo voleibol, por muchos años fue de las mejores jugadoras. Es bastante reconocida dejo de jugar en el 93, tiene record de años jugados consecutivos en Puerto Rico, fue la mejor jugadora central de la selección en esos años y ahora es comentarista de la liga profesional de mi país”.
Su madre fue una influencia para que ella decidiera jugar voleibol, el problema al que se enfrentó fue que debido a su corta estatura, no pudo seguir los pasos de su mamá dentro del voleibol de sala y una oportunidad la llevo al voleibol de playa, “Ella (su mamá) jugaba voleibol de sala, entonces como en él piden una estatura y yo soy bajita… comencé a jugar en la playa porque una amiga me invito y encontré mi pasión, aparte de que me encanta la playa , así que la playa y el voleibol juntos, que mejor”
Ya fuera de lo que es la vida del voleibol, María se define como, “María Ramos es una persona bien amigable, bien contenta, bien familiar, me encanta compartir con mi familia con mis amistades, viajar y conocer lugares y personas... estoy súper feliz aquí en medico, muchas entrevistas, fotos, todos aquí son súper amables y siempre estoy abierta conocer nueva gente para que me enseñe cosa nuevas” Finalizó María quien se lleva un bonito recuerdo de Colima y su gente.
Para María Ramos esto es muy importante por lo cual en su natal Puerto Rico lleva a cabo entrenamientos muy duros, al igual que su compañera Sheila López, “Nosotros en Puerto Rico entrenamos todos los días de lunes a sábado, de 8:30 a 10:30 de la mañana y luego de ahí vamos al gimnasio por una hora más… en mi caso tengo que entrenar muy duro, para no perder habilidad, no perder el brinco, no soy como esas jugadoras naturales que no necesitan entrenar mucho para mantenerse en buen estado.” “Y tenemos el resto de la tarde libre, pero como ambas trabajamos, aprovechamos y nos vamos a trabajar”.
Se necesita de mucho coraje y María lo demuestra en cada uno de los partidos en los que participa, Manzanillo fue testigo de esto, pues en todos los partidos en los que se le vio, corría, brincaba, gritaba, reclamaba, festejaba, se regañaba a sí misma, tal parece que la energía nunca se le acababa, “Soy una jugadora competitiva…soy bien intensa…nos soy una jugadora agresiva… Tal vez así se vea pero fuera de la cancha soy todo lo contrario…amo lo que hago… Soy una mujer que se deja llevar por las estadísticas, siempre veo como estoy y hago todo por mejorar... no me conformo con jugar bien, quiero jugar perfecto”
María comentó ser hija de una voleibolista sumamente reconocida en su país, Carmen Rodríguez, mejor conocida como Ita. “Mi mamá jugo voleibol, por muchos años fue de las mejores jugadoras. Es bastante reconocida dejo de jugar en el 93, tiene record de años jugados consecutivos en Puerto Rico, fue la mejor jugadora central de la selección en esos años y ahora es comentarista de la liga profesional de mi país”.
Su madre fue una influencia para que ella decidiera jugar voleibol, el problema al que se enfrentó fue que debido a su corta estatura, no pudo seguir los pasos de su mamá dentro del voleibol de sala y una oportunidad la llevo al voleibol de playa, “Ella (su mamá) jugaba voleibol de sala, entonces como en él piden una estatura y yo soy bajita… comencé a jugar en la playa porque una amiga me invito y encontré mi pasión, aparte de que me encanta la playa , así que la playa y el voleibol juntos, que mejor”
Ya fuera de lo que es la vida del voleibol, María se define como, “María Ramos es una persona bien amigable, bien contenta, bien familiar, me encanta compartir con mi familia con mis amistades, viajar y conocer lugares y personas... estoy súper feliz aquí en medico, muchas entrevistas, fotos, todos aquí son súper amables y siempre estoy abierta conocer nueva gente para que me enseñe cosa nuevas” Finalizó María quien se lleva un bonito recuerdo de Colima y su gente.