Por: Nalleli Falcón, Gabriela Barajas, Xiomara Espinosa, Cecilia Ibañez y Elizabeth Alamilla
La cancha del Diezmo está a escasos minutos de ser testigo de un emocionante partido, de donde saldrá el equipo que se la jugará para ser campeones de liga. Matracas, silbatos, aplausos, ánimos. Papá y mamá está presentes, no pueden faltar, es un gran momento: ver a su pequeño convertirse en campeón.
Las gargantas se quiebran, del otro lado de la cancha se escucha a todo lo que da ¡Vamos Adonai, no te dejes Adonai! Una señora le da ánimos a su hijo, "¡ve por la pelota, no la dejes ir, vamos, tú puedes hijo!".
Ya dentro de la cancha los dos equipos juntos se dirigen a sus posiciones de juego. El sol calienta cada vez más pero eso no impide que los pequeños futbolistas se emocionen para salir a jugar al campo. Un silbido largo y fuerte suena. Comienza el partido. La pelota está en el aire, cae al suelo, todos corren tras el objetivo principal: un gol, es lo que se necesita, un gol para celebrar.
Las delgadas piernas de los peques futbolistas no se cansan, no paran de correr, ellos siguen bajo el sol ardiente de la tarde. Los gritos de las mamás no cesan, no hay poder alguno que las pare.
Mientras el partido seguía su curso, los niños de los dos equipos buscando la meta contraria, los espectadores en su mayoría padres de familia estaban más emocionados que los propios chiquitines. La acción del partido se vió interrumpida cuando uno de los defensas del equipo Ayuntamiento trató de despejar la pelota de su área y un pequeño del Adonai se atravesó recibiendo el impacto directo en la cara.
Al observar que todo estaba bien, el partido fue reanudado, el equipo Ayuntamiento se mostraba un poco más agresivo en sus ataques, después de varias aproximaciones a la meta de Adonai, por fin llegó el primer gol para Ayuntamiento, en medio de un error de la defensa. El festejo no se hizo esperar al grito ¡Goooooooooool! Corriendo hacia el centro de la cancha, haciendo piruetas el autor del gol fue abrazado por sus compañeros.
Apesar de que Adonai estaba perdiendo los padres se encargaban de darles ánimos échandoles porras. Aún así los niños parecían estar un poco desanimados, pero se mantenían luchando para conseguir el empate y así buscar ganar el partido.
El tiempo seguía su curso y parecía que el empate estaba a punto de llegar cuando una acción de mucho peligro terminó en el fondo de la red que defendía el equipo Adonai, marcador 2-0. El árbitro silba indicando el final del partido. Los dos equipos se dan las manos y todos parten hacia sus hogares. No sin antes recibir las últimas indicaciones de su entrenador "nada de jugar en la escuela, a descansar". Ante esto una de las mamás voltea directamente hacia su hijo y le dice sin dudar y entre risas "¡Por primera vez te voy a dejar jugar nintendo todo el día!" logrando arrancar la risa de las demás madres presentes.
"En el actual torneo tenemos dos partidos pendientes, los demás equipos ya acabaron, ganando un partido salimos campeones. Entonces los partidos de este fin de semana, sábado y domingo para nosotros son decisivos para lograr el Campeonato de Liga" dijo el entrenador.
Los juegos del sábado 26 y domingo 27 de abril fueron favorables para Club Adonai, que pasaron por encima de sus rivales derrotándolos con marcadores abultados, y adjudicándose de esta manera el Campeonato.
Reportaje publicado en el periódico el Comentario el 10 de junio de 2008
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