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sábado, 27 de marzo de 2010

¿El mejor amigo del hombre?

Por: Nalleli Patricia Falcón Álvarez

Vagar a diario por las calles solitarias de la ciudad se había convertido en una rutina ya. Después de haber sido arrojado a la calle, no conocía otro hogar más que una banqueta al lado de una tienda de abarrotes; ahora se encontraba a merced del tránsito diario de los carros, del frío propio de los meses de noviembre y diciembre y de la maldad de algunos individuos que buscan algo para divertirse molestándolo.

No conocía hasta ese momento el significado de lo que era tener un hogar y formar parte de una familia. Dormir en donde lo alcanzaba la noche, comer si alguien se apiadaba y le regalaba algunas sobras o incluso recurrir a roer la basura que encontraba a su paso, estas actividades se habían convertido en su rutina diaria. Siempre estaba sucio hasta el último rincón del cuerpo, ocasionando el repudio y rechazo de los que al pasar lo veían.

Se ha dicho a lo largo de la historia que el perro es el mejor amigo del hombre, tal afirmación en la actualidad, no es tan acertado decirla, puesto que ahora estas pequeñas creaciones de la naturaleza son las mayores víctimas de maltrato, las toman como objetos, las usan para diversión y entretenimiento. Dejaron de ser el compañero incondicional e incambiable, para pasar a ser el juego de muchos, no de todos, pero sí de una mayoría que bien es cierto esta pobre en cultura de conservación y respeto de los derechos de estos animalitos, que aunque muchos no lo crean también tienen derechos y es tiempo de empezar a trabajar en el respeto de esos derechos.

Es agradable ver como un pequeño cachorro llega a ser adoptado, por una familia, durante varios meses todo parece ser miel sobre hojuelas, le festejan hasta la más mínima gracia, esto mientras no crece y empieza a hacer verdaderos destrozos en la casa y cuando esto sucede, el animal pasa de ser la adoración de toda la familia a ser el mayor fastidio. Todo lo anterior es culpa de los mismos dueños que no educaron como debería ser a su mascota.

Después de varias semanas de sufrir frío, hambre y malos tratos, el amiguito del que hablo líneas atrás, encontró una familia que lo adoptó y ha tratado brindarle todos los cuidados necesarios.

Al momento que decide llevárselo, lo revisa y descubre que este animalito ha sido víctima de muchos maltratos, con marcas por todo el cuerpo. La que más le sobresale le atraviesa el cuello entero, consecuencia de haber estado amarrado por días enteros con un alambre.

Este caso es uno de los muchos que a diario se dan no sólo en los pueblos pequeños, sino en el mundo entero y esta historia es algo pequeño, porque existen historias de gravedad que deberían ser denunciadas y en las cuales las autoridades deben tomar parte y no dejarlo sólo en iniciativas.

Sería bueno para la sociedad mexicana que empezáramos a tomar consciencia de la existencia de estos animalitos y de todo lo que implica adquirir uno. No sólo se está adquiriendo una mascota, sino que trae incluido un paquete completo de responsabilidades; responsabilidades que, se demuestra en muchos de los casos, no se pueden cumplir.

Es ante a lo anterior que me vienen a la mente las siguientes preguntas: en verdad ¿sigue siendo el perro el mejor amigo del hombre?, o ¿es ahora sólo la diversión de unos cuántos?, cada quién es libre de formular su propia idea y analizar las cuestiones mencionadas.

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